"Este post, va dirigido a todos los jugadores, que cercanos a la meta , tienen que volver a una "Casilla de salida", que les es totalmente ajena"
Fue a principios de la pasada semana, cuando por necesidades básicas me vi obligado a ir al mercado para hacer la compra, una acción de la vida cotidiana que todos habrán hecho mil y una vez, pues bien, para mí no fue una vez más, creedme.
Al llegar al supermercado, lo primero de lo que me percaté era de que ¡Todo estaba cambiado!, todos los pasillos estaban reorganizados, no era capaz de encontrar mis productos preferidos, ni tan siquiera atinaba a ubicar los más necesarios, por mucho que anduve, todo lo que veía me era desconocido y peor aún, me hacía sentir como un desconocido, finalmente desistí y le pregunté al chico que estaba por allí cerca, puede ver que en su pechera la placa decía "Pedro" y mi pregunta instintiva fue "¿Qué pasó con Julia?"
-Disculpe, la sección de congelados que estaba en este pasillo, ¿A dónde la han cambiado?.
El chico me miró perplejo para acto seguido romper en carcajadas y en tono burlón contestarme:
- Pero tio, esa sección la cambiamos hace tela de tiempo, los congelados ahora están frente a las verduras, tendrías que venir más a menudo hombre.
Le di un apagado y tímido "gracias" y me encaminé la dichosa sección, con las ganas de terminar pronto y poder salir de allí, pues las palabras del dependiente, resonaban en mi cabeza " tendrías que venir más a menudo", "hace tela de tiempo", sinceramente creo que la última vez que estuve fue hace menos de un mes, ¿Tanto habían cambiado las cosas en mi breve ausencia?, ¿Es lo qué yo considero "breve", "breve" realmente? o ¿La subjetividad del tiempo hace qué lo que para mí fueron menos de un par de meses, para otros hayan supuesto mucho más?
Hice la cola, pagué y me fui, haciendo caso omiso a los gritos que la chica de la caja me daba, si todo me era desconocido, yo también sería desconocido.
Al llegar a casa, dejé las bolsas en el suelo, pues no acaba de entender las llaves "nuevas" (también) y tras varios minutos jugando con el azar, escuché el chasquido y el consiguiente giro, cogí otra vez las bolsas, cerré la puerta, lo coloqué todo en la encimera y dispuesto a organizar la compra, me vi con un problema, ¿Dónde colocar las cosas? Empecé a abrir puertas, investigar todos los estantes, intentando ubicar con el mayor acierto desde el total desconocimiento lo comprado, hasta que la chica de la limpieza, me dice que desde que ella esta allí, mi padre colocaba las cosas de otra manera y es cuando me doy cuenta y creo escuchar en mi cabez " hace mucho tiempo", "tendrías que venir más a menudo tio"..., al parecer el supermercado no era el único sitio que había cambiado en mi "breve" ausencia, sino que también mi propia casa, ¿Quería eso decir que soy igual de desconocido en el supermercado qué en mi casa? ¿Es el precio qué se paga por querer llegar a una lejana "meta"?¿En qué me convierte esto?¿Hijo?¿Hermano?¿Vecino?......¿Inquilino?.
Sin encontrar respuesta a las preguntas que me asaltaban, desistí en organizar la compra y me tiré en el sofá, con la única esperanza que la televisión diluyese todo mi pesar, cual no fue mi sorpresa , que tras minutos golpeando el mando para poder encender, la por supuesto "nueva" televisión, esta se estrena mostrándome la palabra "Password", ¿Qué?¿Hola?¿Códigos de acceso para ver la televisión, en mi propia casa?....
En un estado, el cual no sabría ubicar, entre la tristeza, el sin sabor y la culpa, solo me quedaba retirarme a mi cuarto, y perderme en uno de mis muchos libros y así pasar el tiempo, pero claro eso no podría ser, pues todos mis libros, todos mis recuerdos se encontraban en la casa "vieja". En esa casa donde yo era capaz de andar a oscuras, pues me conocía todos sus recovecos todos sus secretos, era capaz de ordenar la compra sin problema alguno, ver la televisión como la vi durante más de 20 años , sin código, pena o medida... pero al parecer eso paso.
Cansado de todo y de todos, ajeno a un mundo que me era ajeno a mi en primer lugar, me tumbé, cerré los ojos y dispuesto a olvidarlo todo, escuche en último plano como mi madre me decía que había olvidado el congelado en el supermercado, esa fue la última razón que necesite para cerrar los ojos, sintiendo que a mi vuelta no solo estaba en una "Casilla de Salida" distinta, sino que era otro juego que no me acostumbraba a jugar.
Quiero un abrazo. Espero verte el sábado!
ResponderEliminarSabes que tú tienes todos los que quieras, y por supuesto el sábado amenazo con buscarte :P
ResponderEliminar