viernes, 29 de enero de 2010

Príncipes de baño


Hace tiempo conocí a un príncipe, lo conocí en el lugar más absurdo, donde uno menos podría esperarse, un cuarto de baño.
Pero es normal, él no era de esos que montan fuertes y vigorosos corceles, no, no de esos que salvan princesas y son coronados reyes, no, este era de otro tipo, era soñador, era risueño, despistado, si lo observabas sin que se diese cuenta, lo veías con la mirada perdida en el horizonte, soñando en volar...
"Todos hemos soñado alguna vez con volar" me dijo, y yo pensé que tenía razón, volar mas allá de las preocupaciones , mas allá de las responsabilidades, del trabajo, de de ese humo que por entonces cubría mi ciudad en la que vivo y me impide ver el brillo del Sol.
Son muchas veces las que pienso en mi pequeño príncipe, lo he tratado de buscar, le he llamado, mandado e-mails, pero nada, no sé donde estará...
Ya solo me queda el recuerdo, guardado de los sueños de mi infancia, pues en el espejo que una vez veía un príncipe lleno de sueños, ahora veo un joven que busca hacerlos realidad.

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